Rafael Orozco nació en el departamento de Becerril del Magdalena, el 24 de marzo de 1954, y sus padres fueron Rafael Orozco Fernández y Cristina Maestre Cuello, siendo uno de trece hermanos, cinco hombres y ocho mujeres.
Montado en el burro "El Ñato", de niño vendía agua que recogía en el río Maracas. Inicialmente, quiso ser acordeonista como su padre. También cantaba rancheras que aprendía en películas mexicanas exhibidas en el teatro del viejo Juan, y baladas de Yaco Monti, quien fue en esa época su cantante preferido.
Hizo sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Loperena de Valledupar y en una Semana Cultural resultó vencedor en un concurso de canto ante Juvenal Daza, Octavio Daza, Adalberto Ariño y Diomedes Díaz, quien en el evento interpretó «Cariñito de mi vida», tema que Rafael Orozco hizo famoso y que fue su primer éxito, grabado con Emilio Oviedo en 1975.
Rafael Orozco se convirtió en cantante de Luciano Poveda y su conjunto, pero solo para animar fiestas privadas. Después estuvo con Julio de la Ossa igualmente sin grabar. Orozco grabó por primera vez con el acordeonista Emilio Oviedo en el año 1975. Con ellos, Orozco consolidó su propio estilo diferente del vallenato clásico, representado por "Los playoneros del Cesar", "Bovea y sus vallenatos", Alfredo Gutiérrez, Jorge Oñate, Los Hermanos Zuleta, entre otros músicos.
Lamentablemente, Rafael Orozco fue asesinado el 11 de junio de 1992 en la puerta de su casa en Barranquilla, durante la celebración de los 15 años de su hija mayor, Kelly Johana, por un narcotraficante llamado José Reinaldo Fiallo Jácome, quien le causó la muerte inmediata.
Su cuerpo fue llevado a la Clínica del Caribe por su esposa Clara Elena Cabello, pero el artista había llegado muerto al centro asistencial. Su muerte conmocionó al país, al mundo vallenato, y a varias naciones latinoamericanas, pero sobre todo a Venezuela, donde había hecho vibrar a todo el pueblo con su voz y su música.
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