Esta agenda electrónica pequeña y práctica no pesaba más de 300 gramos y tenía un teclado pequeño. Su pantalla de cristal líquido negro, dejaba ver algunos caracteres e incluso ponerle una imagen de una cara a cada uno de tus contactos. Almacenaba alrededor de 150 números de teléfono y otros datos.
Cuando lo comparamos con los productos existentes en la actualidad, pensamos que es un artefacto inservible, pero en su época era un objeto que cualquier joven desearía mostrar en la escuela. Tenía funciones de calculadora, cronómetro, y era muy bueno para guardar las "chuletas" con las que se copiaban en los exámenes. No eran muchos los que podían acceder a este aparato que vendría a ser como el "Tablet" de ese tiempo.
Nos encontramos con la propaganda con la que lo promocionaban por la TV, con el nombre de "My Magic Diary JD-500". La locución de esta cuña era de Graziano Giaquinto.
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