Hoy presentamos la historia de Dorangel Vargas, mejor conocido como El Comegente que se hizo famoso por asesinar personas y comerse su carne, lo que para él era algo de lo más normal, hasta que fue capturado.
Dorangel Vargas Gómez nació en 1957 en el seno de una familia de escasos recursos que se dedicaba a la agricultura, por lo que llegó solo hasta sexto grado de primaria. Entre sus antecedentes figuran tres arrestos, antes del último, dos de ellos por delitos menores (robo de gallinas y de ganado) y el tercero, en 1995, cuando fue internado en el Instituto de Rehabilitación Psiquiátrica de Peribeca por asesinar y comerse los restos de Cruz Baltazar Moreno. El asesino fue dado de alta de ese centro.
Luego de dos años de tratamiento, llevaba una vida aparentemente normal, pero en la indigencia, sin que nadie se molestara otra vez en seguir su rastro.
Se cree que cometió los crímenes entre noviembre de 1998 y enero de 1999, momento en el que las familias notificaron a la policía la desaparición de los fallecidos. Dorangel cazaba a sus víctimas con un tubo en forma de lanza, los descuartizaba, guardaba las partes que se comía para cocinarlas y enterraba los pies, las manos y las cabezas.
Sus objetivos primordiales eran desprevenidos, deportistas y obreros que trabajaban en la orilla del río, sin embargo, no comía mujeres ni niños. Como no tenía nevera para guardar la carne, mataba una media de dos personas por semana.
El 12 de febrero de 1999 unos miembros de Defensa Civil encontraron los restos de dos jóvenes y alertaron a las fuerzas de seguridad sobre su hallazgo. Ahondando sobre la zona, encontraron los restos de seis cuerpos más.
Una vez descartada la hipótesis de que pudiera tratarse de un área de liberación de cadáveres de alguna banda de narcotraficantes o de alguna secta satánica, se recurrió a las denuncias de personas desaparecidas.
Se sospechó enseguida de Dorangel Vargas, que vivía en la zona próxima en una choza improvisada y que al ser inspeccionada por la policía, fueron encontrados varios recipientes que contenían carne humana y vísceras preparadas para el consumo, así como tres cabezas humanas y varios pies y manos.
Una vez capturado, confesó haber matado y comido al menos a 10 varones en un periodo de dos años desde su arresto en 1999.
Al momento de escribir esta historia, Dorangel Vargas se encuentra en una celda de la Dirección de Seguridad y Orden Público del Estado de Táchira. Aquí vemos uno de los mejores documentales que hiciera Radio Caracas Televisión sobre este sonado caso que quedó marcado en la memoria de los venezolanos.
Mi humilde opinión este señor fue utilizado por alguna banda de trafico de órganos. Se aprovecharon de su enfermedad.
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