Un programa para todas las edades
En los años 80, Venezolana de Televisión emitía uno de los programas más queridos por el público: "Contesta por Tío Simón". Aunque estaba dirigido principalmente a niños, su impacto trascendió a los adultos que disfrutaban junto a sus hijos de las aventuras y enseñanzas de Simón Díaz y su equipo. Las tardes se llenaban de diversión y aprendizaje, ofreciendo un espacio educativo único en la televisión venezolana.
Los entrañables personajes
El programa tenía como protagonistas a niños carismáticos que representaban la diversidad cultural de Venezuela: Coquito, Teresita, Zurima y Chusmita. Con su espontaneidad y ternura, estos pequeños actores se ganaron un lugar en el corazón de los televidentes. Décadas después, sus nombres aún evocan recuerdos llenos de nostalgia para quienes crecieron viéndolos en pantalla.
Un formato que marcó la diferencia
Inicialmente transmitido los viernes a las 5:30 de la tarde, "Contesta por Tío Simón" logró tanto éxito que pronto pasó a ser emitido diariamente. Cada día estaba dedicado a uno de los niños del programa: los lunes con Coquito, los martes con Zurima, los miércoles con Chusmita y los jueves con Teresita. Cada emisión incluía sketches sobre situaciones cotidianas y lecciones de cívica, logrando combinar entretenimiento con educación de manera magistral.
La música como herramienta educativa
El programa incorporaba música tradicional venezolana, desde joropos hasta tonadas. Gracias a "Contesta por Tío Simón", muchos niños aprendieron a valorar sus raíces culturales. Simón Díaz, conocido como un ícono de la música venezolana, utilizó este espacio para transmitir valores a través de canciones pegajosas y llenas de contenido cultural.
Un concurso lleno de talento
El viernes, día original del programa, estaba reservado para un concurso de talentos en el que participaban niños cantantes, bailarines y músicos. Este segmento permitió descubrir nuevas figuras y se convirtió en el sueño de muchos niños venezolanos, quienes ansiaban demostrar sus habilidades en el escenario de "Contesta por Tío Simón".
Notichamo y las Carita-puras
El programa ofrecía segmentos innovadores como "Notichamo", un noticiero hecho por y para niños, y las "Carita-puras", retratos que Simón Díaz realizaba de los pequeños invitados. Además de estos dibujos, los niños recibían obsequios, haciendo de su visita una experiencia inolvidable.
Un reflejo de la diversidad venezolana
Una de las características más destacadas de "Contesta por Tío Simón" era su representación de la diversidad étnica y cultural de Venezuela. Desde niños de piel clara hasta los de tez morena, todos tenían un lugar en este programa que celebraba el mestizaje y la riqueza cultural del país.
Mensajes que trascienden
El contenido de "Contesta por Tío Simón" estaba lleno de mensajes positivos sobre valores como la amistad, el respeto y el orgullo por la cultura venezolana. Estas enseñanzas dejaron una huella profunda en la generación que creció viendo el programa, convirtiéndose en un referente difícil de igualar.
Un legado televisivo
A pesar del paso del tiempo, "Contesta por Tío Simón" sigue siendo recordado como uno de los pilares de la televisión venezolana. Su capacidad para educar y entretener lo convirtió en un fenómeno cultural que marcó a toda una generación. Hoy en día, los recuerdos de este programa evocan un sentimiento de orgullo y nostalgia en quienes tuvieron la suerte de disfrutarlo.
El impacto en la memoria colectiva
Hablar de "Contesta por Tío Simón" es recordar una época en la que la televisión era un medio para unir y educar. Este programa no solo destacaba por su calidad, sino también por su capacidad para conectar con los valores y tradiciones de Venezuela, dejando una impresión imborrable en quienes lo vivieron.
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