Los vecinos nos ayudaron a subirlo a la casa, ya que pesaba mucho y no contábamos con ningún otro tipo de transporte.
Era el único televisor de todo el barrio, y muchos niños venían a tocar la puerta en la tarde para verlo, porque era algo fascinante.
Caracas era una ciudad muy diversa, en la que se respiraba la prosperidad, pero no era así tan fácil, porque había que trabajar muy duro para comprar algo como un simple televisor. Para ese entonces no era nada común tener un aparato de esos, y los vecinos pedían permiso para ver el único canal que transmitía, sin importar que fuese a blanco y negro.
Los niños de la zona eran los que más se sentían cautivados cuando veían ese enorme y pesado aparato de vidrio con imágenes en blanco y negro y emitiendo sonidos. Poco a poco se fue convirtiendo en un entretenimiento que mantenía a las familias dentro de sus casas durante largas horas.
Sin saberlo, estábamos entrando en una era de diversión y espectáculos, pero también de sabiduría, ya que la información nos enseñaba lo bueno y lo malo... lo que no conocíamos, y muchas veces lo que no queríamos conocer.
La Televisión entonces no tenía las cesuras ni reglas absurdas que hoy en día se tienen en cuenta, y se respiraba un aire de libertad en la programación. En la mañana las noticias para toda la familia, al mediodía las novelas para las amas de casa, en las tardes las comiquitas para los niños y adolescentes que llegaban de la escuela y en la noche para los adultos, transmitían películas y novelas más apasionantes. Así todo era perfecto.
La Televisión entonces no tenía las cesuras ni reglas absurdas que hoy en día se tienen en cuenta, y se respiraba un aire de libertad en la programación. En la mañana las noticias para toda la familia, al mediodía las novelas para las amas de casa, en las tardes las comiquitas para los niños y adolescentes que llegaban de la escuela y en la noche para los adultos, transmitían películas y novelas más apasionantes. Así todo era perfecto.
Con el paso de los años, después de 1960 ya era muy común ver televisores en muchas viviendas y hasta en los barrios más pobres. Allí estaban Renny Ottolina, La cruzada del buen humor, el Musiú Lacavalerié, Guillermo González, Cantinflas, El Zorro, Orlando, Isa Dobles, El Observador Creole, y muchos otros más que nos hacían entretenernos durante todo el día. La programación era bien seleccionada.
Los modelos de televisores de la época iban evolucionando, aunque se observaban muchos con carcasas de madera, pero ya comenzaban los de plástico a aparecer poco a poco. Los que conocimos esta mágica época, aún recordamos las antenas de bigote, la posición en la que debíamos ponerlas, el control remoto que no era más que el niño de la casa corriendo para cambiar o altear.
Al apagar el televisor, la imagen se cerraba como una ventana. En muchos aparatos quedaba un punto blanco en el medio de la pantalla y se iba deshaciendo poco a poco, como quien apaga una vela.
Estos aparatos eran enormes y pesados, y no podíamos levarlos a cualquier parte. Algunos afortunados tenían un mueble que venía con ruedas y con el que podíamos mover el televisor por toda la casa.
Una época maravillosa, que con todas las complicaciones que pudiéramos haber tenido, dejó en nuestras almas y mentes toda la alegría de estar conectado con una antena a un medio de comunicación.
si yo iba ala casa de la vecina a ver la tv eramos bastante niños nos sentabamos en elpiso no habia muchas sillas despues mi papa nos compro uno marca RCA COMO AÑO 67
ResponderEliminarY yo.que tiempos tan bonitos los extraño
EliminarBastante me toco ir a ver el zorro en casa de vecinos
ResponderEliminarYo hiba a casa de mi vecina con mi mama y mis hermanos a ver el televisor al tiempo mi papa nos compro uno
ResponderEliminarHermosa epoca soy de los 80 pero todavia estaba esas sensaciones que describes de una forma maravillosa que magia tan grande fue esa lastima que se perdio
ResponderEliminarAnonimo
ResponderEliminarYo recuerdo que iba a la casa del vecino a ver el chavo y en vacaciones las comiquitas de alegre despertar así se llamaban luego ya compraron uno era rojo y se cambiaba con alicate y vi bastante el zorro y el chavo y el club de los tigritos
ResponderEliminarFue la época más maravillosa que puede existir el que vivió en esa época disfruto su infancia como nunca lo pueden imaginar oy en día lo jóvenes
ResponderEliminarEpoca de ORO para todos nosotros.
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